Pero esos caballos
no dejan de correr.
Y la canilla goteando en el baño
me recuerda lo que fui
y lo que jamás voy a ser.
El cementerio de tabaco
que anoche construimos
hoy llora por mi soledad.
El silencio reina en mi casa
y también en mi alma,
tus pasos se dejaron de escuchar.
Porque los caballos en mi mente
son hostiles y salvajes
y nunca dejan de correr.
La oscuridad apenas se raja
con pequeños destellos
de la torcida persiana.
Fue después de una larga noche,
me dejaste solo.
Y ahora no puedo ya seguir.
Porque los caballos desbocados
galoparon en mi cama
y la que amaba se fue con ellos.
Desde esa noche no te siento,
no te percibo,
aunque estés dormida a mi lado...
Porque los caballos en mi mente
son hostiles y salvajes
y nunca dejan de correr.
La oscuridad apenas se raja
con pequeños destellos
de la torcida persiana.
Fue después de una larga noche,
me dejaste solo.
Y ahora no puedo ya seguir.
Porque los caballos desbocados
galoparon en mi cama
y la que amaba se fue con ellos.
Desde esa noche no te siento,
no te percibo,
aunque estés dormida a mi lado...
me encanto
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